Gemma Madrid. Guernica

 REFLEXIÓN SOBRE EL GUERNICA:

Sinceramente nunca me creí que Picasso dijese la verdad cuando un periodista le preguntó sobre que simbología tenía el Guernica y él contestó: “lo que es un toro es un toro y lo que es un caballo un caballo”. No es que el cuadro tenga una simbología complicada, porque claramente se había hecho para que la gente sintiese dolor nada más verlo sin pararse a pensar si quiera. Sin embargo varios estudiosos afirman que sí que tiene simbología y yo misma creo que le encuentro una cierta simbología personal. Tampoco creo que Picasso mintiese en esa respuesta simplemente no dio suficiente información.

Antes de empezar a hablar de ello me gustaría comentar que yo personalmente no logro comprender la obra enteramente, no porque no haya leído sobre ella sino que no creo que la reacción que yo tuve al ver el cuadro fuese la misma que se hubiera imaginado Picasso. Esto se debe a que yo no he vivido una guerra, concretamente la Guerra Civil española y no puedo imaginar ni una ínfima parte el dolor que causó el bombardeo del Guernica. Al contemplar el cuadro me causa una tristeza momentánea, pero si mi reacción es esa no puedo imaginar cómo sería ver el cuadro para los que lo hubiesen vivido, el fantasma de una España pasada que nadie quería ver plasmada. Claramente la obra era propagandística el mundo tenía que conocer los horrores que se estaban llevando a cabo, el desprecio por la vida humana y la falta de responsabilidades. Ya que no serían años más tarde cuando los alemanes reconocieran que el ataque aéreo aquel 26 de abril de 1937 por parte de la legión Condor la ejecutaron ellos.


El cuadro se lee de izquierda a derecha por lo tanto mi interpretación seguirá esa ruta. En un primer momento si lo contemplamos vemos una habitación, cuando nos enfocamos en su lectura lo primero que vemos es el toro que representa a España. El toro esta desconcertado como si acabase de entrar en la habitación y se hubiera quedado mirando la escena con horror, el toro nos representa en el momento en el que vemos el cuadro, esa cara desencajada tratando de comprender lo que ocurre. La siguiente figura que se nos presenta es una madre llorando por su hijo, el dolor fraternal, las madres son las que más sienten las guerras y más en esta ya que fue considerada una guerra entre hermanos. La parte central del cuadro es la que sin  duda me parece más interesante,  en la parte de arriba se observa una luz, representada con forma de ojo, este ojo parece que está viendo toda la escena pero no actúa, no hace nada por evitarlo, ¿podría ser una referencia a Dios? A continuación la figura que parece más importante es el caballo, refleja la libertad perdida puesto que este clama de dolor al haber sido atravesado por unas lanzas, la libertad de España se difumina. Picasso pintó una espada rota y una flor que parece que se está difuminando, la flor es la esperanza y parece que todo se está perdiendo. Hace lo mismo con la paloma que parece que refleja la paz, pero claramente se está difuminando en el cuadro. Esperanza y paz son palabras que vas olvidando cuando acaban de bombardear tu ciudad, parte de España. La mujer que entra por la ventana está claramente observando como el caballo, la libertad muere de dolor, alumbra con su candil a pesar de que hay una luz mucho mayor que podría brillar, “el ojo de Dios”. Por otro lado tenemos una mujer que mira hacia arriba buscando una salida, justo el ojo la alumbra a ella, es como si buscase la ayuda de Dios ya que ha perdido todo salvo su fé por salvarse a sí misma. Por último observamos a una mujer quemándose en las llamas que causaron la bomba, los horrores que están pasando en esa habitación.














Gemma Madrid Martínez.

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