Théodore Géricault es el autor de esta obra al óleo realizada
entre 1818 y 1819 de estilo romántico. El cuadro es una cruda representación
del sufrimiento de los náufragos del barco francés “Méduse”. El barco fue mal dirigido y naufragó sobre la costa occidental de África. Llevaba
consigo 365 pasajeros, no todos pudieron huir en botes salvavidas. Así que
construyeron una balsa a toda prisa con los maderos que sobraban llevando consigo
149 personas. Un barco francés los avistó, pero no los rescató, finalmente
fueron recogidos por un carguero y solo quedaban 15 supervivientes.
El pintor propaga este descuido por parte del gobierno francés, el
cual ocultó este suceso frente a la prensa, será dos años más tarde cuando se
exponga en el salón oficial y cause un gran escándalo público. Es una crítica a las autoridades y al
desprecio de la vida humana, se puede observar la penumbra y tristeza del cuadro, la lucha por la
supervivencia y la esperanza de ser rescatados.
Él joven muerto sujetado
por el hombre del manto rojo es un retrato de Delacroix, el cual era íntimo
amigo del pintor y que este más tarde le devolverá el guiño en otro cuadro. El
protagonista de esta historia es sin duda el hombre vuelto de espaldas, que
aparece agitando una prenda, todas las miradas son para él, simboliza un rayo
de luz frente a la tétrica situación. Se puede apreciar como el pintor ha reflejado la lucha humana por la supervivencia, ante una situación descontrolada con un mar bravo y unas
condiciones nefastas, que señalan como culpables al gobierno francés.
(GMM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario